Canadá costa este

"Canadá costa este", lo he llamado así porque al buscar ideas para el viaje, las rutas por esta zona se llamaban así, pero la verdad, es que yo lo llamaría mini ruta por un trocito del este de la enorme Canadá. Sería muy largo, pero en realidad, cuando miro en el mapa la ruta que hicimos, la veo tan insignificante en la inmensidad de aquel país que me da cosa llamarlo costa este. 

Habiendo avisado, os cuento nuestro súper viajazo, que no puedo calificar de otro modo, porque es lo que es. Un viaje que nunca hubiera soñado. Sí, siempre decía que quería ir a Canadá, pero nunca pensé que esa tierra me regalara tantísimos momentos inolvidables.

Siempre nos gusta viajar fuera de lo que llaman temporada alta, así que elegimos principios de junio. Las informaciones que leímos sobre el clima en Canadá también parecían recomendarlo, no demasiado caluroso. Para mí, los primeros días eran más una primavera que un verano, así que encantada, eso sí, había unos amiguitos que estaban en plena eclosión... los mosquitos. Os hablo de ellos en el apartado de consejos. Empezamos con la ruta!!

DIA 1

Vuelo Barcelona-Montreal con Air Canada Rouge. Salimos del aeropuerto de Barcelona a las 14h y llegamos a Montreal a las 16h. 2 horas de vuelo? No! La diferencia horaria estaba a nuestro favor en este viaje. La low cost de Air Canada nos sirvió un tentempié y un menú. El vuelo nos costó unos 600 euros por persona ida y vuelta. Cruzar el Atlántico no me pareció tan caro teniendo en cuenta las fechas en las que viajamos.









Habíamos alquilado un coche con AVIS, el coche de gama media era un Ford 4x4 que la verdad es que nos pareció un cochazo, pero luego, viendo los carros que circulan por aquellas locas carreteras nos dimos cuenta de que para nada llevábamos un bólido. Desde el aeropuerto a la ciudad de Montreal hay unos 30 minutos por la autopista (AUTORUTE A40).


Nuestra primera noche nos alojamos en Montreal, no estábamos en el centro, pero la casa tenía aparcamiento en la puerta y estaba bastante bien. Os dejo aquí el link (l’APPARTEMENT DU VOYAGEUR) de booking, cuando llegamos no había nadie, nos mandaron a través de la APP las instrucciones para acceder al alojamiento, por eso os recomiendo que si no tenéis internet, os aseguréis de tener esa información antes de ir.
Al ser fin de semana no tuvimos problemas para aparcar en la ciudad, el resto de días, puedes aparcar pagando. También puedes dejar el coche en las zonas más residenciales y coger transporte público o caminar. Nosotros no somos muy de ciudad, así que con una tarde tuvimos suficiente para pasear por Montreal y hacernos una idea de lo que era.


DIA 2

Al día siguiente nos dirigimos hacia Quebec. Lo primero que fuimos a visitar fueron las Montmorency Falls, que son unas cascadas impresionantes muy cerca de la ciudad de Quebec. Si vas en coche hasta el aparcamiento has de pagar. Nosotros dejamos el coche en el pueblo, junto a la Iglesia y fuimos caminando. La visita a las cascadas es gratis de esta manera. Allí, se puede además hacer una vía ferrata y tirolina además de caminar. Considero esta visita IMPRESCINDIBLE, las cascadas son espectaculares y el recinto está muy bien adecuado para poder visitarlas, tienen escaleras para acceder a la parte alta y un puente que las cruza. Se puede volver al coche por un camino y así hacer la ruta circular.







Montmorency Falls



Después de la estupenda visita a las cascadas nos fuimos a comer a Quebec y a visitar la ciudad. Al ser sábado tampoco tuvimos problemas en aparcar en el centro, eso sí, pagando zona azul. Lo bueno es que casi todas las máquinas aceptan tarjeta, así que pagamos sin problema. Comimos en un pequeño restaurante, comida rica y no muy caro. Hobbit bistro. El alojamiento Quebec fue Hotel le voyageur.





DIA 3



Este día amaneció lloviendo, pero eso no nos detuvo. Cogimos nuestros chubasqueros y nos fuimos a Sainte Anne de Beaupre. Allí visitamos la catedral y el cañón de Santa Ana. La entrada es de pago, pero vale totalmente la pena. Hay una bonita excursión circular por puentes y pasarelas sobre el estrecho y las cascadas del cañón.
Cañón de Sainte Anne

También se realizan vías ferratas, pero el día no acompañaba, así que después de nuestro paseo por aquella maravilla de la naturaleza, nos fuimos en dirección Tadoussac, donde habíamos contratado para la tarde un tour para avistar ballenas.Debido a la lluvia y el fuerte viento, el tour fue cancelado, pero lo pudimos cambiar para el día siguiente. Así que nos fuimos a nuestro alojamiento a descansar, después de comer en el Café Boheme situado en el bonito pueblo de Tadoussac. Nuestro alojamiento estaba algo alejado de Tadoussac pero era una casa muy acogedora en Sacre Coeur

DIA 4

Había que madrugar para coger un barco que nos llevó a una de las aventuras más inolvidables de mi vida: Ver ballenas en libertad en el Fiordo de Saguenay. No puedo explicar con palabras lo que siento cada vez que recuerdo a esos grandes mamíferos pasar junto al barco, sacar su lomo a la superficie y volver a sumergirse para pasar por debajo de nosotros. Es una experiencia inexplicable. La excursión en barco cuesta unos 50 euros por persona y dura unas 2 horas y media. Os la recomiendo totalmente. yo la contraté con GET YOUR GUIDE.


Ballenas en el fiordo de Saguenay

Además de ver ballenas y focas en el agua, el capitán nos llevó por el fiordo, donde a veces puedes encontrar a las focas en la costa tomando el sol y a las belugas nadar libremente. En este caso no las vimos, pero sí la cascada del Karibú, que cae sobre las aguas del fiordo a través de una grieta. Precioso e inesperado. Al acabar la excursión en barco, repusimos fuerzas en una de las cafeterías del puerto y nos fuimos a dar un paseo, disfrutando del sol y la brisa. Alrededor del fiordo hay un camino circular con unas maravillosas vistas.















Después continuamos junto al fiordo con el coche, hasta llegar al lago Saint Jean, donde descansamos en el albergue Lac Saint Jean, junto al lago que lleva su nombre. Roberval es un pueblecito encantador, en la marina te tomas un rico helado mientras disfrutas del paisaje.

DIA 5


Richard, el dueño del albergue nos prestó unas bicis, con las que hicimos una excursión junto al lago y recorrimos el precioso pueblo de Roberval con sus curiosas playas municipales, con poca arena pero mucho encanto. Nos quedamos allí 2 noches, para relajarnos y reponer fuerzas.










Nuestro siguiente objetivo era el Parque Nacional de La Mauricie. De camino nos paramos en el Parc des Chutes de la Petite Riviere de Bostonais (La Tuque), donde dimos un pequeño paseo y vimos unas bonitas cascadas. En la entrada al parque te ofrecen información y un mapa, el acceso es gratuito.













Parc des Chutes La Tuque

DIA 6

Una de las puertas de entrada al parque nacional es la localidad de Shawinigan, la cual escogimos para descansar la noche antes de ir al parque. La casa de Alain, llamada CHEZ BAZA es un lujo en todos los sentidos. Su recibimiento, su trato y cada detalle de su hogar te hacen sentir mejor que en un hotel de 5 estrellas. Él mismo nos indicó donde estaba la oficina de información en la cual nos dieron las indicaciones necesarias para llegar al parque. Es importante tener en cuenta que en verano hacen obras por todas partes y hay carreteras completamente cerradas. En el caso del parque la Mauricie, uno de los accesos estaba totalmente cortado, y no se podía entrar por una puerta y salir por la otra. Por eso nos fueron muy bien las indicaciones de la oficina que también nos recomendó lugares de restauración. Cenamos en un lugar llamado Chenapan y nos fuimos a dormir pronto.

La cité de l'énergie

Por la mañana después del riquísimo desayuno que nos preparó Alain, nos calzamos las botas, el chubasquero (porque amaneció lloviendo) y el antimosquitos y nos dirigimos al parque. En la entrada pagas los tiquets que debes llevar encima en todo momento. Allí te dan información sobre las excursiones.




La más famosa es la de las Waber Falls, que consiste en una excursión de unas 2 horas en canoa o kayak y 1 hora caminando hasta llegar a unas espectaculares (como no) cascadas que te hipnotizan. Incluso lloviendo la excursión merece mucho la pena, eso sí, imprescindible ropa larga y antimosquitos a tope y no olvidéis el mapa, allí los lagos son enormes y no hay mucha indicación, es fácil perderse o desorientarse. Para mí esta excursión es un imprescindible.

Waber Falls

El resto de lugares del parque que vimos eran pequeñas rutas que llevaban a miradores o cascadas más pequeñas. Pero había muchísimas más opciones si te gusta la montaña y tienes tiempo, puedes quedarte a dormir allí. Toda la información en la página de Parques de Canadá.









La Mauricie

Nuestro día pasado por agua acabó en la localidad de Trois Rivieres, donde descansamos y esperamos al sol de la mañana para seguir nuestro camino.

DIA 7

El día se levantó soleado, así que de nuevo nos calzamos las botas y nos fuimos a visitar un parque, esta vez el Parc national de Montremblant. Al llegar queríamos hacer una vía ferrata pero estaba todo lleno, así que nos aconsejaron una excursión de 14 km. La verdad es que fue muy bonita, pero nos comieron literalmente los mosquitos. No hay nada más incómodo que caminar con ropa larga para evitarlos y que te atraviesen la ropa, y que se te metan por la nariz, boca, etc. Les daba igual el repelente, estaban a  tope. La excursión se hizo un pelín larga por este motivo, pero fue muy bonita. El resto del día hicimos pequeñas paradas por el parque con excursiones de máximo 3 km. Así recorrimos el parque entrando por una puerta y saliendo por el otro lado. Aquella noche dormimos en un albergue a las puertas del parque en la localidad de Montremblant. 




DIA 8

Nos levantamos con la resaca de las picaduras de los mosquitos y con pocas ganas de volver a sufrirlos, así que decidimos que tocaba ciudad y nos fuimos a visitar Ottawa.

La verdad es que el paseo fue bastante agradable, es una bonita ciudad, en el centro de información nos dieron un mapa y la información necesaria.

Algunos edificios estaban en obras, pero se veía su majestuosidad igualmente. Lo que más me llamó la atención fue el sistema de esclusas que forman parte del canal de Rideau. También aprovechamos para hacer algunas compras en el centro comercial donde aparcamos el coche.



















DIA 9


Nuestra siguiente parada fue Kingston (antigua capital del país) y como no Thousand Island, o las mil islas, que comparten aguas con Estados Unidos. En esta ciudad lo más típico es hacer el crucero que te lleva por algunas de las islas, así que allí mismo lo reservamos y fue bonito, pero la verdad es que no lo marcaría como imprescindible. Después del paseo en barco, visitamos la ciudad y su curioso museo penitenciario.
Thousand Islands

Prisión de Kingston




DIA 10

La highway 60 atraviesa el parque natural de Algonquin, se puede disfrutar de sus paisajes completamente gratis, entrando por una puerta y saliendo por la otra.



Pero si te apetece disfrutar un poco más, bajarte del coche, hacer excursiones y admirar de cerca la riqueza natural de uno de los parques naturales más antiguos de Canadá, debes pasar por taquilla primero y adquirir tu entrada con un mapa e información sobre el parque.










Con el mapa en mano y después de visitar el museo, nos dispusimos a explorar algunos rincones, haciendo paradas y excursiones de máximo 3km. En total unos 14km en todo el día. Nos lo tomamos con calma y la naturaleza nos devolvió bonitos regalos en forma de paisajes y animalitos en libertad. Si estas por la zona, no te lo pierdas.

Mariposa Monarca




























Con la visita a este parque, dejamos atrás esos paisajes verdes, con bosques espesos y cantidad de animales en libertad, para dirigirnos hacia el final de nuestro viaje... los últimos tres días nos esperaba uno de los grandes iconos de Canadá las famosas Cataratas del Niagra.

DIA 11

Estabamos algo lejos y decidimos no pasarnos el día en el coche, fuimos haciendo paradas, incluso nos acercamos al lago Hurón, que es uno de los grandes lagos de Norteamérica.




Murales en la ciudad de Midland

Ya por la tarde llegamos a la ciudad de Niagara Falls. Dejamos nuestro coche en el aparcamiento del alojamiento y nos fuimos a pasear por la ciudad en busca de las tan ansiadas cataratas. La ciudad es bastante turística, sobretodo cuando te aproximas a las cataratas parece que estés en un gran casino. Luces y gente por todas partes. Pero nada de eso pudo distraernos de nuestro objetivo...

ATENCIÓN porque acercarse a ver unas de las cataratas más famosas del mundo es COMPLETAMENTE GRATIS. No se paga ningún tipo de entrada, son paisaje público y puedes verlas a cualquier hora del día sin ningún problema.

No os perdáis el espectáculo nocturno, son como dos paisajes diferentes aunque igual de inolvidables.





DIA 12

Siempre soñé con visitar este lugar y cuando estaba preparando el viaje me dije: no escatimes, es un lugar que siempre has anhelado, debes sentirlo y verlo desde todos los ángulos posibles. Así que, reservé un vuelo en helicóptero que sobrevuela el río y las cataratas. El aparato salía desde un pequeño aeropuerto que se encuentra a las afueras de la ciudad, se puede ir andando, pero en coche es más rápido y allí hay un buen aparcamiento. El vuelo era a primera hora, así que madrugamos y fuimos a por él con muchísima ilusión.

La verdad es que tengo que deciros que me esperaba mucho más. El precio evidentemente no es bajo y lo anuncian como si todos los pasajeros fueran a disfrutar igual de las vistas, no es así, ya que junto con el piloto viajábamos 6 personas más y solo 2 iban delante con su correspondiente ventana panorámica. El resto, como podéis ver en la foto mirábamos a través de las ventanillas y las dos personas que se sentaban en medio, pues veían bastante poco. Dicen que dura 10 minutos, pero en realidad sobrevolando el río y las cataratas está bastante menos. Entiendo que es un negocio, pero parecía que iban bastante a por faena, no me gustó el trato que nos dieron y me decepcionó bastante el vuelo. Aunque las vistas son increíbles y claro, no puedes tenerlas si no vuelas. También había vuelos en avioneta, no sé si serán mejores pero creo que si volviera lo probaría y mi recomendación es que si os supone mucho esfuerzo no lo contratéis ya que no vale tanto la pena. De todas formas tomamos algunas fotos espectaculares. Si finalmente os interesa os dejo aquí el enlace a GETYOURGUIDE





Como nos quedó un sabor un poco agridulce fuimos en busca de otra experiencia y esta sí que nos encantó y os la recomiendo totalmente. Se trata de un paseo en barco por las mismísimas cataratas. Sí, sí, ahí si que sientes el rugir del agua encima tuyo, y te mojas por supuesto. Este paseo cuesta sobre unos 20 euros y os aseguro que no se hace corto. A pesar de que parece demasiado turístico porque hay grandes colas para sacar los tiquets y porque desde arriba se ven los barcos llenísimos de gente, os aseguro que para nada da la sensación de agobio y se puede disfrutar perfectamente de las vistas. Lo puedes llevar comprado y te ahorras la cola. Aquí el enlace de GETYOURGUIDE.


Catarata canadiense


Catarata estadounidense

Puente que cruza el río y une el territorio de Canadá con Estados Unidos
Resulta que las Cataratas del Niagara se pueden visitar desde dos lados, el canadiense y el estadounidense, si te encuentras en Canadá y quieres cruzar al otro lado tan solo debes disponer de un dolar para pasar una barrera que te da acceso a este puente de la foto que une los dos países.

Podría llenar páginas y páginas de fotos de este maravilloso paisaje que nunca se va a borrar de mi retina, pero al final os vais a aburrir. Así que os dejo alguna más por aquí y os recomiendo que si podéis las disfrutéis en directo. 





 Nuestro día de experiencias no acabó aquí, cogimos el coche en dirección Toronto para ver la ciudad de noche, ya que al día siguiente debíamos volar de vuelta a casa.
Una bonita manera de ver la ciudad en poco tiempo y de una forma original es subir a la famosa CNTower, es un pelín cara, pero la verdad es que vale la pena. Toronto es una ciudad gigantesca y si de este modo puedes hacerte a la idea de cuánto. Además creo que escogimos el mejor momento del día, la puesta de sol. No hay nada como ver esconderse al astro tras el agua mientras la ciudad se convierte en un hormiguero iluminado.
















DIA 13

Nuestro viaje tocaba a su fin, pero aún nos quedaba un ratito para visitar algunos rincones de la ciudad de día. La verdad es que me doy cuenta de que las grandes ciudades no son lo mío, pero al menos lo intentamos. Contratamos un tour gratis pero había un grupo de más de 50 personas y era imposible seguir las indicaciones de la guía, así que nos agenciamos un mapa y a caminar. A los amantes de las grandes urbes esta ciudad les encantará.



Iglesia de la santísima trinidad

Universidad de Toronto
Después de comer nos fuimos hacia el aeropuerto que se encuentra a unos 20 minutos en coche del centro. Ojo! podéis encontrar mucho tráfico y tardar más de una hora.

En el apartado de TIPS y CONSEJOS os hemos dejado algunas cositas interesantes que creemos que ayudan en el viaje.

Mi conclusión para este viaje es que ha sido un VIAJAZO y además no resultó tan caro como pensaba, así que si como yo, habéis soñado con cruzar el charco en busca de la naturaleza salvaje de Canadá, no lo dudéis porque no os decepcionará.







1 comentario:

  1. Me encanta, me encanta y me encanta!!
    No se porque me sale como guardería quien firma, pero soy Sonia, la hermana de Mariano

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